lunes, 13 de octubre de 2025

 Bajo la lupa: Profundizando en el análisis estructural y legislativo de la FP Dual España vs. Alemania (parte 1)

El éxito histórico del sistema de Formación Profesional Dual (FPD) en Alemania y las persistentes dificultades para su consolidación en España no residen únicamente en los porcentajes de alumnado o la estructura empresarial. El contraste real se encuentra en la arquitectura legislativa, el modelo de financiación y el profundo pacto social y cultural que define la relación entre educación y trabajo en cada país.

La raíz del problema español: Legislación, financiación y dilución.

La implementación de la FPD en España ha sido un esfuerzo de "trasplante" desde un sistema puramente educativo a uno que busca el equilibrio entre el centro y la empresa. La nueva ley, si bien ambiciosa, genera nuevos desafíos estructurales:

1. La Dualidad obligatoria y su dilución (Ley de FP 2023)

La gran reforma española convierte la FPD en el modelo único de la Formación Profesional (FP), pero lo hace diferenciando dos modalidades que, para muchos expertos, diluyen el concepto dual:

Modalidad de FP

Porcentaje mínimo en empresa

Vinculación del alumnado

Crítica principal

FPD General

Mínimo 25% del currículo (mínimo 500 horas).

Convenio de colaboración (estatus de estudiante).

Riesgo de maquillaje: Puede ser percibido como una simple extensión de las antiguas FCT (prácticas) en el tiempo, sin garantizar la función formadora de la empresa en el currículo.

FPD Intensiva

Mínimo 35% del currículo (puede superar el 50%).

Contrato de formación (estatus de trabajador-aprendiz).

Baja penetración: Es el modelo más cercano al alemán, pero su implantación depende totalmente de la disposición de la empresa a realizar un contrato de formación con remuneración y cotización, lo que limita su crecimiento en el tejido PYME.

El riesgo es que la FPD General, al no exigir un contrato ni una participación curricular superior al 25%, se convierta en la modalidad mayoritaria. Esto universalizaría la "dualidad" en el nombre, pero no en la profundidad formativa y laboral

2. La formación del tutor de empresa

En España, la figura del tutor de empresa es crucial, pero a menudo recae en personal que no ha recibido una formación pedagógica específica ni el tiempo liberado necesario para el seguimiento. El tutor debe garantizar la adquisición de los "resultados de aprendizaje", pero en la práctica, puede limitarse a asignar tareas no relacionadas con el plan formativo por necesidad productiva

3. El desafío de la financiación centralizada

A diferencia de Alemania, en España no existe un sistema de financiación empresarial directo y obligatorio dedicado al sistema dual. Las empresas participan por incentivos (reducción de cuotas a la Seguridad Social en la modalidad de contrato o subvenciones autonómicas), pero no tienen un mecanismo de inversión estructural en el sistema.

El modelo alemán: Un consenso social y un pilar económico.

El éxito alemán (Duale Ausbildung) radica en que es, ante todo, un pacto económico y social, no solo un modelo educativo. La clave es la corresponsabilidad tripartita (Empresa, Estado y Agentes Sociales) y su regulación estricta.

1. La arquitectura institucional: Cámaras como garantes de la calidad

Mientras en España el Ministerio de Educación y las CC.AA. tienen el peso regulador, en Alemania, las Cámaras de Comercio e Industria (IHK) y las Cámaras de Artesanía (HWK) son los actores centrales de la calidad y la certificación.

Regulación curricular: Las Cámaras definen, junto con los agentes sociales, los contenidos y perfiles profesionales necesarios para las empresas.

Contratos y exámenes: Son las Cámaras quienes registran el contrato de aprendizaje (Ausbildungsvertrag) de cada alumno y organizan los exámenes finales (teóricos y prácticos). Esto asegura que la titulación responde directamente a las necesidades del mercado laboral y no solo a los criterios del centro educativo.

2. Estatus del aprendiz: el contrato de formación

El estudiante alemán es, desde el día uno, un aprendiz contratado y remunerado por la empresa (un sueldo que aumenta progresivamente).

Compromiso legal: El contrato regula los derechos y deberes, garantizando que el tiempo en la empresa sea formativo. Esto da al joven un estatus de trabajador joven, con derechos laborales y seguridad social, erradicando el estigma de la "práctica no remunerada".

Inversión a largo plazo: La empresa invierte porque sabe que, al finalizar los 3-4 años, tendrá un empleado totalmente cualificado para su línea de producción y con un alto índice de retención.

3. El modelo de financiación (sistema descentralizado)

El sistema alemán no se financia con una única tasa federal, sino a través de la inversión directa y descentralizada de las empresas. El coste de la formación (salario, recursos del centro de trabajo y tutorización) es asumido por la empresa, que lo considera una inversión en capital humano.

El Estado se encarga de financiar la escuela de FP (Berufsschule) y la coordinación. Este sistema ha demostrado ser mucho más estable a los ciclos económicos que los modelos basados en subvenciones puntuales.

Conclusión estratégica

El principal escollo para que la FPD Dual "funcione como debería" en España es que aún no se ha logrado la transferencia de la responsabilidad formativa de la escuela al ecosistema productivo.

 

Variable clave

Modelo español

Modelo alemán

Eje de la formación

Centro educativo

Empresa

Rol de cámaras

Consultivo/Asistencial

Regulador/Certificador

Mecanismo de retorno

Retención post-contrato

Alta tasa de retención post-aprendizaje

Percepción social

Vía secundaria

Vía de prestigio y éxito laboral

Para que España se acerque al modelo alemán, la universalización de la FP Dual debe ir acompañada de una mayor autonomía y poder de certificación a los agentes sociales y cámaras de comercio, y de la creación de incentivos fiscales y estructurales más ambiciosos que obliguen a las empresas a ver la formación como un gasto de inversión y no un coste adicional. Sin un consenso social que eleve la FP a la altura de la universidad, el estigma y la baja participación persistirán.

 


Juan Manuel Sánchez Eugenio

Ingeniero Industrial–Ingeniero de Materiales e Ingeniero Técnico Industrial especialidad electricidad/electrónica

Profesor de Educación Secundaria, especialidad de Sistemas Electrotécnicos y Automáticos

Profesor asociado del Área de Proyectos del Departamento de Ingeniería Mecánica y Energía–Escuela Politécnica Superior de Elche–Universidad Miguel Hernández

Asesor del ámbito CTEM (Científico, Tecnológico, Ingeniería y Matemáticas) en el CEFIRE Territorial de Elche

martes, 30 de septiembre de 2025

 Bajo la lupa: FUNCIONAMIENTO ACTUAL DE LOS CEFIRES en la Comunidad Valenciana

¿Es el más idóneo? sí o no

El sistema de formación permanente del profesorado de la Comunitat Valenciana se articula principalmente a través de la red de Centros de Formación, Innovación y Recursos Educativos (CEFIREs). Estos centros, dependientes de la Conselleria de Educación, actúan como las unidades operativas encargadas de ejecutar la política de formación y actualización docente a nivel territorial. Su funcionamiento se basa en la descentralización de la oferta formativa para adaptarla a las necesidades específicas de las distintas áreas geográficas y especialidades educativas.

Estructura y organización

La red de CEFIREs se organiza en dos tipologías principales:

CEFIREs Territoriales: Son los centros de referencia en un área geográfica determinada. Ofrecen una oferta formativa general que cubre las necesidades de todos los niveles educativos (Infantil, Primaria, Secundaria y Formación Profesional) de su zona.

CEFIREs Específicos: Están especializados en un área temática o modalidad educativa concreta. 

Ejemplos de estos son:

Liderazgo Educativo: Formación para directores y equipos directivos.

Educación Inclusiva: Programas centrados en la atención a la diversidad y el bienestar emocional del alumnado.

Formación Profesional: Cursos específicos para el profesorado de FP.

Lenguas e Internacionalización: Programas para la enseñanza de idiomas y proyectos de internacionalización.

Creación de Recursos y Competencia Profesional Docente: Focales en la innovación metodológica y la competencia digital.

Su ámbito de actuación es autonómico, lo que les permite coordinar y unificar la formación en sus respectivas especialidades para toda la comunidad.

Cada CEFIRE cuenta con un equipo de asesores de formación, que son docentes de carrera especializados en diferentes áreas, y un equipo de gestión administrativa que coordina los recursos y las actividades.

Funciones y servicios principales

El funcionamiento diario de un CEFIRE se centra en una serie de funciones clave para el desarrollo profesional del profesorado:

Planificación y ejecución de la formación: Basándose en las directrices del Plan Anual de Formación Permanente del Profesorado, los CEFIREs diseñan, organizan e imparten una amplia variedad de actividades formativas. Estas incluyen cursos, seminarios, jornadas, talleres y grupos de trabajo. La modalidad puede ser presencial, en línea o híbrida, con el objetivo de ofrecer flexibilidad a los docentes.

Asesoramiento y apoyo a centros: Una de las funciones más importantes es el acompañamiento directo a los centros educativos. Los asesores de formación trabajan junto a los equipos directivos y claustros para identificar necesidades, diseñar planes de formación a medida para el centro y apoyar la implementación de proyectos de innovación.

Gestión de recursos y proyectos: Los CEFIREs actúan como centros de recursos educativos, facilitando el acceso a materiales didácticos, bibliografía especializada y herramientas tecnológicas. También promueven y supervisan la creación de grupos de trabajo, donde docentes de diferentes centros se reúnen para investigar, desarrollar e intercambiar buenas prácticas.

Acreditación y certificación: Los CEFIREs son los responsables de acreditar la participación del profesorado en las actividades de formación y de expedir los certificados correspondientes, los cuales son necesarios para el reconocimiento oficial de la formación.

Funcionamiento operativo

El proceso de inscripción y gestión de la formación se realiza a través de plataformas telemáticas. Los docentes pueden consultar la oferta formativa disponible, inscribirse en los cursos y gestionar su expediente de formación de manera online. Una vez finalizada la actividad, el CEFIRE emite la certificación correspondiente, la cual se integra en el historial de formación del docente para su valoración en los diferentes procesos de la carrera profesional (oposiciones, concursos de traslados, etc.).

El CEFIRE IDEAL

Un CEFIRE enfocado en las necesidades reales

Un modelo de CEFIRE ideal se centraría en ser un centro de apoyo y recursos, no solo un organizador de cursos. Sus características principales serían:

Proactividad y cercanía: En lugar de esperar a que los docentes y centros pidan formación, el CEFIRE ideal debería tener un papel proactivo. Esto implica que sus asesores estarían constantemente en contacto con los colegios e institutos de su zona, conociendo de primera mano las necesidades del claustro y del alumnado. La formación se diseñaría "a la carta" para cada centro, en lugar de ofrecer un menú de cursos genéricos.

Asesoramiento experto: Los asesores de formación serían profesionales con experiencia probada en el aula y con conocimientos especializados en innovación educativa, metodologías activas y tecnologías. Su función no solo sería impartir cursos, sino también acompañar a los equipos docentes en la implementación de proyectos de centro, actuando como mentores.

Modelo híbrido de formación: La oferta formativa combinaría lo mejor de diferentes formatos. Los cursos en línea, por ejemplo, permitirían flexibilidad, mientras que las sesiones presenciales, especialmente en grupos de trabajo, fomentarían el intercambio de experiencias entre docentes y la creación de redes profesionales. La formación se centraría en la práctica, con talleres, seminarios y grupos de trabajo que culminen en la creación de materiales o la puesta en marcha de proyectos.

Evaluación continua: Un CEFIRE ideal tendría un sistema de evaluación robusto para medir el impacto real de la formación. Esto no solo se haría con encuestas de satisfacción, sino también a través de la observación de los cambios en la práctica docente, la mejora de los resultados del alumnado y la difusión de las buenas prácticas entre la comunidad educativa.

En definitiva, un CEFIRE óptimo sería un socio estratégico para los centros educativos, un espacio dinámico y un motor de cambio que impulse la innovación desde el propio sistema.

 


Juan Manuel Sánchez Eugenio

Ingeniero Industrial–Ingeniero de Materiales e Ingeniero Técnico Industrial especialidad electricidad/electrónica

Profesor de Educación Secundaria, especialidad de Sistemas Electrotécnicos y Automáticos

Profesor asociado del Área de Proyectos del Departamento de Ingeniería Mecánica y Energía–Escuela Politécnica Superior de Elche–Universidad Miguel Hernández

Asesor del ámbito CTEM (Científico, Tecnológico, Ingeniería y Matemáticas) en el CEFIRE Territorial de Elche

 

viernes, 26 de septiembre de 2025

 

Bajo la lupa. Las Matemáticas

La mente de Einstein como brújula para la Educación Valenciana

Las matemáticas, a menudo encasilladas como una disciplina abstracta y tediosa, son en realidad el lenguaje del universo y el motor de la creatividad humana. En la Comunidad Valenciana, tenemos la oportunidad de transformar la educación matemática para que deje de ser un obstáculo y se convierta en una herramienta para el éxito y la innovación. Para lograrlo, debemos ir más allá de los libros de texto y adoptar una forma de pensar que encapsula la esencia de la ciencia: la de Albert Einstein. Él no era un prodigio del cálculo, sino un genio de la intuición.

La intuición científica: Más allá del cálculo mecánico

Einstein valoraba la intuición sobre el conocimiento. Creía que la verdadera inteligencia radicaba en la imaginación y la capacidad de hacer conexiones inesperadas. Para él, las matemáticas no eran un fin, sino el medio para expresar ideas complejas. En la educación valenciana, este enfoque se traduce en un cambio de paradigma:

De la memorización a la visualización: En lugar de simplemente recitar fórmulas, los estudiantes deben ser capaces de visualizar lo que representan. Por ejemplo, al estudiar las ecuaciones de la relatividad especial, Einstein se imaginaba a sí mismo viajando en un rayo de luz. Este tipo de experimento mental (o Gedankenexperiment) es algo que podemos fomentar en el aula. ¿Qué pasaría si la tierra fuera un dodecaedro? ¿Cómo se vería un gráfico de y=x2 si solo pudiéramos movernos en ángulos de 45 grados? Estos ejercicios no solo hacen que las matemáticas sean más divertidas, sino que también desarrollan una comprensión intuitiva y tridimensional de los conceptos.

Del "saber" al "sentir": Las matemáticas, como la música o el arte, tienen una belleza intrínseca que se puede "sentir". El objetivo no es solo que los estudiantes "sepan" la respuesta, sino que "sientan" por qué es la respuesta correcta. Esto requiere ir más allá de los algoritmos y centrarse en la lógica subyacente. Cuando un estudiante entiende por qué la suma de los ángulos de un triángulo es 180 grados, la fórmula se vuelve secundaria, pues la comprensión profunda ya está presente.

La humildad ante la complejidad: El valor del error y la persistencia

Einstein era un ser humano. Cometió errores monumentales en sus teorías. La diferencia con otras personas era que él veía el error como un catalizador para la innovación. A menudo decía que no era más inteligente que los demás, solo que se quedaba con los problemas por más tiempo. Esta mentalidad es vital para las aulas valencianas:

Desmitificar el fracaso: En las matemáticas, el error es a menudo visto como una derrota. Debemos cambiar esta percepción. Un error es simplemente una oportunidad para aprender y una fuente de información valiosa. Al animar a los estudiantes a analizar sus errores en lugar de simplemente corregirlos les estamos enseñando a pensar críticamente y a desarrollar, habilidades esenciales en cualquier campo.

 Cultivar la persistencia: No todos los problemas matemáticos se resuelven de inmediato. El verdadero aprendizaje a menudo ocurre cuando el estudiante se enfrenta a una dificultad y persevera. Al fomentar esta persistencia, estamos preparando a los estudiantes para los desafíos de la vida real, donde las soluciones no siempre son obvias.

Conectando los puntos: El pensamiento interdisciplinario

Einstein no solo era un físico; también era un filósofo y un humanista. Su forma de pensar era inherentemente interdisciplinaria. No veía la física, la filosofía y las matemáticas como campos separados, sino como facetas de una misma realidad.

En la Comunidad Valenciana, debemos alentar a los estudiantes a hacer estas mismas conexiones. ¿Cómo se usan las matemáticas en la música para crear ritmos? ¿De qué manera la geometría explica la belleza de la arquitectura gótica en el centro de Valencia? Al conectar las matemáticas con otras asignaturas, les estamos mostrando a los estudiantes que esta disciplina no es una isla, sino el puente que une todas las áreas del conocimiento.

Adoptar la mentalidad de Einstein en la educación matemática valenciana no es solo una cuestión de pedagogía, es una filosofía de vida. Es el camino para formar a las próximas generaciones de pensadores, innovadores y solucionadores de problemas.

Ante esta situación nos debemos preguntar, ¿Cómo podemos, como educadores y padres en la Comunidad Valenciana, empezar a aplicar estos principios hoy mismo?

 

Juan Manuel Sánchez Eugenio

Ingeniero Industrial–Ingeniero de Materiales e Ingeniero Técnico Industrial especialidad electricidad/electrónica

Profesor de Educación Secundaria, especialidad de Sistemas Electrotécnicos y Automáticos

Profesor asociado del Área de Proyectos del Departamento de Ingeniería Mecánica y Energía–Escuela Politécnica Superior de Elche–Universidad Miguel Hernández

Asesor del ámbito CTEM (Científico, Tecnológico, Ingeniería y Matemáticas) en el CEFIRE Territorial de Elche

miércoles, 17 de septiembre de 2025

 Bajo la lupa: “A la deriva”

Análisis profundo: ¿por qué la política educativa en la Comunidad Valenciana va a la deriva?

Resumen

Para llevar a buen término este artículo de opinión, ha sido precisa la consulta de una importante cantidad de “websites” dada la necesidad de contar con la mayor cantidad de datos históricos relacionados con el tema

La política educativa en la Comunidad Valenciana se encuentra en un estado de "deriva" sistémica, caracterizado por la inexistencia de una dirección coherente y la incapacidad de construir unos acuerdos duraderos. Esta situación no se debe a un único factor, sino a la convergencia de una inestabilidad legislativa crónica, una polarización ideológica que instrumentaliza el debate lingüístico y el modelo de centro, y una persistente infradotación presupuestaria que erosiona la equidad. La constante judicialización de las decisiones políticas y la desconexión entre el foco del debate público y los indicadores de rendimiento académico y social profundizan esta inercia, consumiendo recursos y energía que deberían destinarse a la mejora real del sistema. Para superar esta situación, se requiere un cambio de enfoque que priorice la estabilidad, la inversión estratégica en equidad y calidad, y la construcción de un acuerdo educativo que trascienda los ciclos políticos.

Introducción:

El concepto de "deriva" en el contexto de las políticas públicas

El término "a la deriva" describe con precisión la trayectoria de la política educativa en la Comunidad Valenciana. Esta no es una simple situación de estancamiento, sino un estado en el que el sistema ha perdido su rumbo, atrapado en un ciclo vicioso de acción y reacción política. Dicha inercia se manifiesta en un vaivén legislativo constante, donde cada nuevo gobierno busca deshacer lo implementado por su predecesor, en lugar de construir sobre los avances logrados. Esta dinámica de contrarreforma no es un fenómeno exclusivo de la Comunidad Valenciana, sino que se inscribe en la historia de la educación española, marcada por la sucesión de leyes desde la Ley Moyano de 1857 hasta la actual LOMLOE. Sin embargo, en el ámbito autonómico, esta tendencia se exacerba, potenciando la incertidumbre que afecta a estudiantes, docentes y familias.

Los síntomas de esta deriva son múltiples y evidentes. Se observa una intensa judicialización de las decisiones políticas, una polarización extrema del debate público, controversias recurrentes sobre la financiación y el modelo dual de enseñanza, y, finalmente, un estancamiento en los indicadores de rendimiento académico y social, como la tasa de abandono escolar, que se mantiene por encima de la media nacional, y las puntuaciones en competencias clave como el pensamiento creativo. Este artículo de opinión intenta analizar estos factores interconectados para exponer cómo la política educativa valenciana se ha desviado de su objetivo principal: garantizar una educación de calidad y equitativa para todos.

Un marco legislativo en constante disputa: El efecto péndulo.

La inestabilidad legislativa es el motor principal de la deriva. El sistema educativo valenciano ha vivido un constante choque de modelos con cada alternancia de gobierno. La llegada del nuevo Consell, formado por el Partido Popular y Vox, ha supuesto una ruptura con la política educativa del anterior gobierno del Botànic. Mientras que el gobierno anterior basaba su gestión en acuerdos con sindicatos para la definición de plantillas, el actual ejecutivo ha priorizado la derogación de la normativa precedente para implementar una nueva visión.

El cambio más significativo es la aprobación de la Ley 1/2024, conocida como Ley de Libertad Educativa, que introduce un modelo de libre elección de lengua y se presenta como una "reforma de calado". Sin embargo, este cambio no se ha producido sin una intensa fricción. La judicialización del proceso ha convertido al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) en un actor fundamental y desestabilizador. El TSJCV ya había anulado parcialmente el decreto de plurilingüismo del gobierno del Botànic en 2017 por considerar que "discriminaba al castellano frente al valenciano". De manera similar, los sindicatos han denunciado que la actual Conselleria ha intentado "dilatar" la aplicación de acuerdos de plantillas ya avalados por el TSJCV, lo que demuestra que el conflicto no se resuelve en las urnas, sino que se traslada a los tribunales.

Esta inestabilidad no es una mera casualidad, sino la consecuencia directa de un enfoque político que ve la educación como un campo de batalla ideológico. Cada gobierno busca derribar el proyecto de su predecesor, en lugar de reconocer sus aciertos y corregir sus fallos. Este ciclo de acción-reacción, agravado por la participación del poder judicial, consume una cantidad considerable de energía y recursos. En lugar de centrarse en la mejora de la calidad pedagógica o en la atención a las necesidades reales del alumnado, la administración se enzarza en batallas legales y normativas que dejan al sistema en un estado de perpetua incertidumbre.

La batalla lingüística como eje de la polarización ideológica y territorial

La lengua se ha consolidado como el epicentro de la política educativa valenciana, eclipsando otros debates cruciales. La Ley 1/2024, con su modelo de "lengua base" y la consulta telemática a las familias, es la manifestación más clara de esta instrumentalización.

El resultado de la consulta ha revelado una profunda fractura territorial. Aunque se presentó como un ejercicio de "libertad", ha evidenciado la división existente en la sociedad valenciana. Los datos muestran una clara diferencia en las preferencias lingüísticas entre las provincias: mientras que el valenciano fue elegido por la mayoría en Castellón (70,5%) y Valencia (57,8%), el castellano se impuso en Alicante (65,9%).

Esta política, lejos de unificar, podría formalizar y exacerbar la segregación. La implementación de la "libertad de elección" en un contexto de profunda división sociolingüística no genera consenso, sino que institucionaliza la creación de "guetos lingüísticos" dentro del propio sistema educativo. El desafío organizativo que enfrentan los centros para gestionar "líneas" en diferentes idiomas puede agravar aún más esta segregación, afectando negativamente a la equidad y a la cohesión social.

Porcentajes de elección de lengua base por provincias (consulta telemática)

Provincia

Votos por Valenciano

Votos por Castellano

Participación

Castellón

70,5%

29,5%

%

Valencia

57,8%

42,2%

%

Alicante

34,1%

65,9%

%

Este conflicto ha polarizado a la comunidad educativa. Por un lado, asociaciones de padres como la Confederación de Padres de Alumnos (CONCAPA) y la nueva "APA Sagrada Familia" defienden la ley como un paso "muy positivo" e "igualitario" para garantizar el derecho de los padres a elegir. Por otro lado, la Confederación de AMPA Gonzalo Anaya (FAMPA) y el catedrático Joaquim Dolz han criticado la norma, tildándola de "falsa libertad" que solo busca "discriminar la presencia del valenciano hasta su eliminación en algunos espacios".

Financiación, gestión y la dualidad de la red educativa

Otro factor crítico que contribuye a la deriva es la inversión pública. La Comunidad Valenciana ha mantenido un gasto por alumno en educación no universitaria consistentemente por debajo de la media nacional.

Gasto público por alumno en la Comunidad Valenciana vs. media nacional

Año

Gasto en la Comunidad Valenciana

Media Nacional

2013

4880 €

5231 €

2014

4995 €

5169 €

2015

5246 €

5436 €

2016

5510 €

5607 €

2017

5609 €

5779 €

Más recientemente, se ha denunciado una política de recortes. Los socialistas valencianos han señalado una reducción del 18% en becas universitarias y un drástico recorte del 57% en las ayudas para transporte universitario en 2024, en comparación con el presupuesto aprobado por el gobierno anterior. En respuesta, el ejecutivo actual ha defendido haber "reforzado como nunca" la política de becas. Esta discrepancia narrativa refleja un estado de desorientación en la gestión de los recursos, donde la batalla por la percepción pública de los presupuestos prima sobre un análisis transparente y objetivo.

La controversia sobre la financiación se extiende al modelo dual del sistema, que combina centros públicos y centros concertados. La noción de "libertad de elección" para las familias se ve comprometida por el cobro generalizado de cuotas en los centros concertados. Informes recientes de Esade revelan que el 82% de los colegios concertados en la Comunidad Valenciana cobran cuotas, con una media de 597 euros anuales. Esta práctica crea una barrera económica de acceso, generando una segregación socioeconómica de facto. La financiación pública de una red que, en la práctica, cobra "cuotas voluntarias" a las familias erosiona los principios de gratuidad y equidad de la educación obligatoria, contribuyendo a que el sistema se aleje de sus objetivos fundacionales.

Cuota media anual en colegios concertados por Comunidad Autónoma

Comunidad Autónoma

Cuota Media Anual

Cataluña

1696 €

Madrid

1156 €

País Vasco

959 €

Comunidad Valenciana

597 €

Andalucía

453 €

La comunidad educativa, a través de sindicatos como ANPE, STEPV y CCOO, ha denunciado que esta falta de inversión se traduce en una pérdida de poder adquisitivo para el profesorado y una falta de recursos en la educación pública. La Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic también ha manifestado su rechazo a políticas como la recuperación del "distrito único", a la que tacha de segregadora, y a la paralización de proyectos de infraestructuras educativas.

Los indicadores de rendimiento: Cuando las cifras hablan

Mientras el debate político se centra en la lengua y la financiación, los indicadores de rendimiento muestran que los problemas del sistema educativo valenciano son de naturaleza más profunda. La tasa de abandono educativo temprano (AET) en la comunidad se situó en un 15% en 2023, por encima de la media española del 13,7%. Aunque la cifra se redujo a 12,88% en 2024, la persistencia de una tasa superior a la media nacional en 2023 es una señal de alarma.

El Informe PISA de 2022 también ofrece un diagnóstico de la situación. Aunque la Comunidad Valenciana se sitúa en la media española en competencia lectora y científica, se encuentra por debajo de la media en una competencia fundamental para el siglo XXI: el pensamiento creativo.

Puntuaciones de la Comunidad Valenciana en PISA 2022

Competencia

Puntuación de la C. Valenciana

Media Española

Media de la OCDE

Lectoras

Media española

474 puntos

474 puntos

Científicas

Media española

485 puntos

485 puntos

Pensamiento Creativo

32,5 puntos

32,8 puntos

32,7 puntos

Esta desconexión entre el debate público y los problemas reales es la manifestación más clara de la deriva. La energía política se consume en conflictos altamente mediáticos como la lengua o la gestión de los centros que, aunque relevantes, no abordan directamente las deficiencias sistémicas señaladas por los datos, la incapacidad del sistema para retener a los estudiantes y la necesidad de mejorar las habilidades de pensamiento crítico y creativo. La política educativa parece estar luchando en batallas equivocadas, mientras los desafíos pedagógicos y de equidad que realmente importan no reciben la atención ni los recursos necesarios.

Propuestas y conclusiones finales

Para superar la deriva, es fundamental un cambio de paradigma. Las propuestas de los partidos políticos a menudo reflejan la misma polarización que lastra el sistema, con enfoques opuestos sobre la libertad de elección de lengua, la financiación de la escuela concertada o la reducción de ratios. Si bien el Consell ha introducido medidas como el refuerzo de las matemáticas y la introducción de la educación financiera, estas son parches que no abordan la inestabilidad y la falta de consenso de fondo.

La única vía para la estabilidad reside en la construcción de un acuerdo educativo de largo plazo que trascienda los ciclos políticos. Dicho acuerdo debería:

Estabilización Legislativa: Establecer un marco normativo que no sea derogado con cada cambio de gobierno, permitiendo que las políticas exitosas maduren y den frutos.

Despolitización Lingüística: La gestión de las lenguas cooficiales debe basarse en criterios pedagógicos, no en eslóganes ideológicos, con el objetivo de promover el plurilingüismo real y no la segregación.

Compromiso con la Equidad: Un plan de financiación que no solo aumente el gasto por alumno, sino que garantice la gratuidad y la igualdad de oportunidades en todas las redes educativas, eliminando las barreras económicas de acceso.

Priorización de las Necesidades Reales: Desviar el foco del debate hacia los problemas fundamentales, como la reducción de las tasas de abandono y la mejora de las competencias del alumnado, invirtiendo en la formación del profesorado, el bienestar emocional y la innovación pedagógica.

En conclusión, la política educativa valenciana se encuentra a la deriva porque ha confundido el debate político con la gestión del sistema. El camino a seguir no es la batalla constante, sino la búsqueda de unos acuerdos que permitan a la educación navegar hacia un puerto de estabilidad, calidad y equidad.

Juan Manuel Sánchez Eugenio

Ingeniero Industrial–Ingeniero de Materiales e Ingeniero Técnico Industrial especialidad electricidad/electrónica

Profesor de Educación Secundaria, especialidad de Sistemas Electrotécnicos y Automáticos

Profesor asociado del Área de Proyectos del Departamento de Ingeniería Mecánica y Energía–Escuela Politécnica Superior de Elche–Universidad Miguel Hernández

Asesor del ámbito CTEM (Científico, Tecnológico, Ingeniería y Matemáticas) en el CEFIRE Territorial de Elche

 

  Bajo la lupa: Profundizando en el análisis estructural y legislativo de la FP Dual España vs. Alemania (parte 1) El éxito histórico del ...